- Desde 2019 un cuerpo académico de la UV trabaja en parcelas demostrativas en Martínez de la Torre y San Rafael
- La investigación inició hace una década, en comunidades de Veracruz y otros estados como Tabasco, Oaxaca y Chiapas
Karina de la Paz Reyes Díaz
Fotos: César Pisil Ramos y cortesía del CA Manejo y conservación de recursos bioculturales
Xalapa, Ver.- En un hecho “insólito”, una investigación de larga data que desarrollan los integrantes del Cuerpo Académico (CA) Manejo y Conservación de Recursos Bioculturales del Centro de EcoAlfabetización y Diálogo de Saberes (EcoDiálogo) de la Universidad Veracruzana (UV), evidenció que el norte de Veracruz tiene un alto potencial para el cultivo de cacao.
El responsable de este proyecto, Enrique Hipólito Romero, a manera de dar una breve reseña histórica, mencionó que el cambio de uso de suelo, la pérdida de valor en los cultivos, entre otros factores, les motivaron a iniciar una investigación consistente en desarrollar un modelo para demostrar a los pequeños productores que sembrar cacao es rentable.
En ese tenor, desde hace 10 años comenzaron los trabajos de vinculación –hasta la fecha, ininterrumpidamente– con el Plan de Cacao Nestlé de México, a través del proyecto estratégico “Rescate biocultural de sistemas agroforestales con especies de alto valor ecológico, económico y social”.
Este proyecto de investigación, además de generar alternativas para los productores, ha permitido formar profesionistas en distintas disciplinas, pues está sostenido con el trabajo de estudiantes; a la fecha ya suman alrededor de 32 tesis –tanto de licenciatura como de posgrado– que dan cuenta de diversas aristas sobre el tema.
Cabe citar que una de las tesis ganó el Premio “Arte, Ciencia, Luz” 2017 a mejor trabajo recepcional del Área Académica de Ciencias Biológico-Agropecuarias. Lleva por título “Evaluación ecomorfológica de cacao (Theobroma cacao L.), sometido a distintas fertilizaciones, en la comunidad de Nuevo Ojital, municipio de Papantla, Ver”, de Esteban Romero Hernández.
“La idea no es quitar naranja ni plátano”
La primera fase del proyecto que inició hace una década consistió en el establecimiento de tres parcelas demostrativas experimentales para cultivar cacao y vainilla en conjunto: una en la comunidad Nuevo Ojital, en Papantla, Veracruz; otra en Cerro Camarón, en San Pedro Ixcatlán, Oaxaca, y posteriormente se generó una más en Nautla, también en esta entidad.
“Se trató de tres modelos de experimentación donde anteriormente no se había desarrollado el cultivo de cacao de manera intensiva”, explicó Enrique Hipólito.
Durante los primeros ocho años, este proyecto de EcoDiáologo se desarrolló principalmente en comunidades de Veracruz, Oaxaca, Tabasco y Chiapas; sin embargo, desde finales de 2019 iniciaron de manera intensificada el trabajo con productores citrícolas y plataneros de Martínez de la Torre y San Rafael, municipios ubicados en la zona norte de la entidad.
Ahí la expectativa del proyecto es desarrollar cinco mil hectáreas de sistemas agroforestales. “La idea no es quitar naranja ni plátano, sino integrarlos. Recordemos que, desde un principio, el objetivo del proyecto es desarrollar estrategias sostenibles mediante una diversificación productiva más pertinente”, apuntó el científico.
Una vez planteado el objetivo, en 2020, con la pandemia de la COVID-19 a cuestas, el trabajo en campo se complicó; en un primer momento, la semilla colectada en colaboración con productores asociados al Plan Cacao Nestlé de México se germinó en EcoDiálogo, fue posible elaborar una tesis y posteriormente donaron las plantas a productores de Martínez de la Torre y San Rafael.
“Poco antes de dos años encontramos que esas plantas tenían frutos, lo cual es de alguna forma insólito pues la literatura dice que las plantas reproducidas por semilla tardan entre cuatro o cinco años en empezar a dar fruto, y este proyecto de colaboración estratégica se logró antes de los dos años.”
El entrevistado aclaró que eso no significa que las plantas ya están en producción plena, se trata de “ensayos”, pero a ellos, como científicos, les da varias luces: “Las plantas ya están adaptadas; la zona tiene una aptitud muy alta en términos agroecosistémicos para el cultivo de cacao y éste puede ser muy rentable”.
A la fecha, tienen establecido un par de bancos de germoplasma comunitarios con los productores de esos municipios, con material traído de fincas cacaoteras de Tabasco y Chiapas.
Enrique Hipólito aclaró que no les interesa que este proyecto se vea como de una empresa, la UV, el gobierno o un grupo de productores, sino de la sociedad en conjunto.
Este CA fue fundado por la científica Silvia del Amo (fallecida en 2016) y sus colegas José María Ramos (responsable del CA), Jorge Ricaño y el propio entrevistado. En su equipo de apoyo participan: Zayda Selene Carmona, Lourdes Cervantes, Adriana Grajeda, Eliécer Cocoletzi, Daniel Ochoa y Eduardo Gutiérrez Morín.
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