Johnson fue la cuarta apuesta de los republicanos para encontrar un nuevo líder para la Cámara,tras divisiones internas que dejaron fuera del juego a Steve Scalise, Jim Jordan y Tom Emmer.
Hasta este miércoles, el nombre de Mike Johnson sonaba como una posibilidad muy lejana para ocupar el puesto de presidente de la Cámara de Representantes, que estuvo vacante por tres semanas.
Sin embargo, el republicano, con poca experiencia legislativa, obtuvo el cargo para sustituir a Kevin McCarthy.
Johnson fue la cuarta apuesta de los republicanos para encontrar un nuevo líder para la Cámara,tras divisiones internas que dejaron fuera del juego a Steve Scalise, Jim Jordan y Tom Emmer.
“La Cámara de Representantes vuelve a funcionar”, declaró Johnson tras tomar el martillo, símbolo de cargo.
“Vamos a servir al pueblo de este país. Vamos a restaurar su fe en el Congreso, en esta institución de gobierno. Estados Unidos es la última y mejor esperanza del hombre en la Tierra”, dijo a los periodistas en una conferencia de prensa después de su nombramiento.
“Abraham Lincoln lo dijo, Ronald Reagan solía recordárnoslo todo el tiempo, y estamos aquí para recordarlo una vez más”, añadió.
¿Quién es Mike Johnson?
Un virtual desconocido más allá de las terrazas y los ayuntamientos municipales con aire acondicionado en el sur del país, el congresista de Luisiana se caracteriza por ser defensor de las divisiones ideológicas y partidistas más amplias que dan forma a la política estadounidense.
El camino del abogado de 51 años para llegar a Washington estuvo plagado de un profundo compromiso con los valores tradicionales, por lo que empatiza con sus colegas más conservadores, sin embargo, esto le ha valido señalamientos de que no está en sintonía con el Estados Unidos moderno y carece de compromiso con la democracia.
Johnson es un allegado leal a Donald Trump y fue el principal arquitecto en el Congreso de los esfuerzos legales para revertir la derrota electoral del líder republicano en 2020 ante el presidente Joe Biden.
“Creo que va a ser un líder fantástico”, dijo Trump este miércoles en el tribunal de Nueva York donde el expresidente está siendo juzgado por una demanda por supuesto fraude empresarial. La aprobación de Trump fue crucial para que Johnson obtuviera los votos.
Johnson también es un oponente acérrimo de los derechos reproductivos y un abierto defensor de controles de inmigración estrictos. Ascendió rápidamente en las filas de la política republicana, donde su historial de votación conservadora lo impulsó a una posición de liderazgo menor.
Los orígenes de Mike Johnson
Nacido en octubre de 1972 en Shreveport, la tercera ciudad de Luisiana, Johnson creció en una comunidad que le inculcó los valores tradicionales y religiosos del sur de EEUU.
Se licenció en Negocios en la Universidad Estatal de Luisiana, en Baton Rouge, y más tarde estudió y ejerció la abogacía.
Su entrada en la arena política fue vista por amigos y familiares como una progresión natural y fue elegido en 2015 para el Senado del estado de Luisiana, donde trabajó en temas clave como la reforma educativa y el desarrollo económico.
En 2016, se presentó a las elecciones a la Cámara de Representantes con una plataforma de gobierno limitada y ganó por un amplio margen.
Una de las principales fuentes de críticas a Johnson ha sido su postura referente a la comunidad LGBT, ya que se ha opuesto sistemáticamente a la protección federal del matrimonio entre personas del mismo sexo.
Fue uno de los 147 republicanos que se negaron a certificar los resultados de las elecciones de 2020 que habían sido ratificados por tribunales y funcionarios de todo el país, incluso después de que el Capitolio estadounidense fuera saqueado por partidarios de Trump con el mismo objetivo.
Y encabezó a más de 100 republicanos que firmaron un escrito legal de apoyo a una demanda infructuosa que pretendía anular los resultados en cuatro estados-péndulo ganados por Biden.
Las posturas de Johnson le valen críticas y al mismo tiempo aplausos
Johnson es un recaudador mediocre de fondos para su partido. Su inquebrantable apoyo a las medidas antiabortistas lo hace popular entre los republicanos, pero controvertido entre los donantes, que no se han esforzado por aumentar las arcas de su campaña.
Los críticos también sostienen que la alineación de Johnson con el grupo de extrema derecha Freedom Caucus ha contribuido a la polarización del Congreso y ha socavado cualquier pretensión que pudiera tener de promover la cooperación bipartidista, esencial para el funcionamiento de la democracia.
Pero sus partidarios cuentan entre sus puntos fuertes su elocuencia y su capacidad para comunicar eficazmente asuntos políticos complejos.
Un hábil polemista conocido por sus articulados discursos de seguridad fronteriza, la política económica de libre mercado y el gobierno limitado, Johnson ha sido un firme defensor de las fuerzas armadas.
Más allá de sus logros profesionales, Johnson ha cultivado una imagen de devoto padre de familia e incansable defensor de los valores conservadores, copresidiendo el grupo de oración del Congreso y luchando por la expresión religiosa en las escuelas públicas.
Candidatura en silencio y en las sombras
Lejos de ser la primera opción de su partido para el cargo de presidente de la Cámara, Johnson se mantuvo al margen mientras una sucesión de compañeros republicanos intentaba y fracasaba en su intento de unir a la derecha.
Pero se le convenció para que se presentara a la carrera, al aparecer como una figura poco frecuente a la que ninguno de sus colegas se oponía.
“Hasta ayer, nunca me había puesto en contacto con una sola persona al respecto”, dijo en una carta a sus colegas durante el fin de semana, “y nunca antes había aspirado al cargo”.
Ahora Johnson deberá atender todos los pendientes que se fueron acumulando en la agenda en estas tres semanas que la Cámara Baja estuvo paralizada.
“Tenemos que actuar con rapidez”, dijo el presidente Joe Biden en un comunicado en el que también felicitó a Johnson por su nombramiento.
Es “hora de que todos actuemos con responsabilidad” ante los retos que se avecinan para financiar el gobierno y proporcionar ayuda a Ucrania e Israel, añadió Biden, quien señaló tan solo uno de los pendientes que tiene Johnson a la vista.
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