Una cría de bisonte americano nació en julio pasado en la reserva natural del Bioparque Estrella Monterrey. El becerro se unió a los otros siete habitantes de su especie en la reserva.
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Una cría de bisonte americano llamada “Vicente” nació en julio pasado en la reserva natural del Bioparque Estrella Monterrey en Montemorelos, Nuevo León. Esto representa una importante adición en los esfuerzos por conservar a estos animales, los cuales alguna vez fueron cazados hasta casi su extinción.
El becerro se unió a los otros siete habitantes de su especie en la reserva, donde fue nombrado “Vicente” después de que el parque lanzó una consulta en sus redes sociales.
El pequeño bisonte aún conserva su pelaje cobrizo debido a su corta edad, pero éste será más oscuro en su madurez, cuando podría alcanzar el 1.90 metros de altura hasta su joroba, y entre 2.7 a 3.8m de longitud, y podría llegar a pesar entre 816 hasta mil 88 kilos.
Los bisontes son los animales terrestres más grandes de Norteamérica y se caracterizan por una joroba sobre los hombros delanteros y cuartos traseros más delgados. Tanto los bisontes machos como las hembras tienen un solo par de cuernos cortos, puntiagudos y huecos hacia afuera y arriba desde los lados de la cabeza, según el Zoológico Nacional del Instituto Smithsoniano.
La población de estos animales llegó a calcularse en los millones y habitaban desde el norte de México –donde están en peligro de extinción–, hasta el norte de Canadá y fueron de gran importancia para las comunidades indígenas de Norte América, quienes aprovechaban todo el animal cuando lo cazaban.
Los colonizadores estadunidenses identificaron, precisamente, la importancia de los bisontes entre la población nativa, por lo que varios de los comandantes militares estadunidenses y civiles ordenaron y llevaron a cabo la matanza sistemática de estos animales –durante el siglo XIX– para obligar a los nativos americanos a que dejaran su vida nómada e ingresaran a las reservas, de acuerdo con historiadores del periodo.
Tras haber sido llevados casi al borde de la extinción, gracias a los esfuerzos de conservación, los números de estos animales han incrementado, pero aún enfrentan varios retos, como: la falta diversidad genética y la pérdida de “las fuerzas de selección natural”, según la Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos (FWS, por sus siglas en inglés).
“En la reserva del Bioparque hemos tenido únicamente dos crías, es muy difícil que una especie como esta se reproduzca en una reserva natural a pesar de que nosotros les brindamos los cuidados, las vitaminas y minerales que requieren para la sana reproducción, es muy complicado, pero hasta la fecha hemos tenido dos crías”, explicó el médico veterinario zootecnista David Segovia de Bioparque Estrella, en entrevista con la agencia EFE.